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El pasado 16 de Mayo se celebró la tirada del Día del Club, denominada este año “Socarrat”; digo yo que por aquello de la paella.

 

Desde hace unas semanas, nuestro buen Agus andaba dándole vueltas a la cabeza sobre como se podría organizar la cosa y, consultando con unos y con otros, fue dándole forma al evento.

La tirada sería una Fita completa invertida para los recurvos y una doble tirada para los tradicionales, con el propósito de que sirviera de entrenamiento a los arqueros del club que posteriormente participarían en el Campeonato de Guipúzcoa al aire libre , la semana siguiente.

 

¿Y la tradicional comida de hermandad para los socios y sus familias?. Alguien aportó la idea de hacer una paella en el mismo campo de tiro y degustarla al final de la tirada. Dicho y hecho. Se puso en marcha la maquinaria y cada cual aporto lo suyo.

Se compró el hornillo y el recipiente, y se compraron también mesas para acoger a los comensales. Se compraron los ingredientes y...¡A rezar para que el tiempo acompañase!.

Creo que nadie habrá mirado las previsiones meteorológicas tantas veces, ni con tantos nervios, como algunos socios durante la última semana.

Y por fin llego el gran día. El primero en aparecer fue Lorenzo, (y no me refiero a nuestro secretario, sino al Astro Rey), que quiso acompañarnos en una de sus escasas apariciones de este año y lucio radiante durante toda la jornada.

Según iban llegando los arqueros se notaba el buen humor reinante y las ganas de pasárselo bien.

 

Se montó el campo (precioso con la hierba recién segada) y dio comienzo la tirada que se fue desarrollando a buen ritmo. Tanto es así que al final de la segunda distancia, el almuerzo previsto aún estaba en fase de elaboración.

¡Ningún problema!. Se tiro la tercera distancia y después a almorzar. Unos pintxos de txistorra y de morcilla que estaban para chuparse los dedos y abundante vino, sidra y agua para remojar los gaznates sedientos.

Tras el almuerzo, y con la paella ya en marcha, se realizó la última distancia de la tirada y, mientras los jueces ordenaban planillas y puntuaciones, los demás montábamos nuestro comedor al aire libre, con nuestras relucientes carpas extendidas para dar sombra a los que nos sentáramos alrededor de las mesas.

 

¿Qué decir de la comida?. Que estaba exquisita. El equipo de cocina nos deleitó con una paella superior, a la cual hicieron honor todos los allí congregados. Y esos brazos de gitano que se sirvieron de postre acompañados de helado....Simplemente deliciosos.

Ni que decir tiene durante la comida, y una vez liberados de los nervios de la tirada, y también ayudado por los caldos que se sirvieron, la fiesta fue “in cresccendo”. Se habló de lo terreno y lo divino. Se recordaron viejas anécdotas y se compartieron chismorreos.

Y  los que hacía tiempo que, por distintas razones, no venían por el club aprovecharon para ponerse al día de noticias.

La sobremesa fue amenizada por una Clase Magistral que  impartió nuestro particular maestro coctelero, Javier, quien nos deleitó con unos Gin-tonic soberbios, que sirvieron para aumentar, aún mas si cabe, la fiesta, que termino con la entrega de trofeos a los distintos ganadores de la tirada.

 

¿Y quienes fueron estos?. Eso es lo de menos y otros habrá  que dejen constancia de dichos ganadores en otro lugar. Para este cronista los ganadores fuimos todos al disfrutar de tan espléndido día practicando el deporte que nos gusta con la compañía de tanta y tan buena gente como la que hay en el Club  Diarco.

Gracias a todos los que lo hicisteis posible.